Esta Crema de espinacas y patata se puede acompañar con unas tostadas y formar el primer plato de la comida.
Tanto fría como caliente, según la época del año en la que estemos, podemos tomar esta deliciosa crema, perfecta para cualquier día de la semana.
La espinaca, compuesta mayormente por agua, no tiene grasas, es fuente de vitaminas y minerales, y, además, se trata de uno de los vegetales que contiene más proteínas. Y la patata, rica en hidratos de carbono, nos dará energía para seguir el día.
INGREDIENTES - 5 patatas Tabuenca
- Una taza de hojas de espinacas - 100 gr. de nata líquida - Sal - Aceite de oliva |
ELABORACIÓN
Cocemos las patatas en una cazuela con bien de agua y una pizca de sal. Una vez cocinas, las ponemos en un plato hondo, donde las pelamos y aplastamos.
En una sartén con aceite de oliva, salteamos las espinacas y cuando estén a nuestro gusto, entonces las mezclamos con las patatas aplastadas. Batimos todo con la nata líquida hasta que quede una fina crema.
Si estamos en verano, dejamos que repose la crema y cuando esté templada la metemos en el frigorífico para reservarla hasta la hora de la comida y que esté ¡muy fresquita!
Esta Crema de espinacas y patata se puede acompañar con unas tostadas y formar el primer plato de la comida.
Tanto fría como caliente, según la época del año en la que estemos, podemos tomar esta deliciosa crema, perfecta para cualquier día de la semana.
La espinaca, compuesta mayormente por agua, no tiene grasas, es fuente de vitaminas y minerales, y, además, se trata de uno de los vegetales que contiene más proteínas. Y la patata, rica en hidratos de carbono, nos dará energía para seguir el día.
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
Cocemos las patatas en una cazuela con bien de agua y una pizca de sal. Una vez cocinas, las ponemos en un plato hondo, donde las pelamos y aplastamos.
En una sartén con aceite de oliva, salteamos las espinacas y cuando estén a nuestro gusto, entonces las mezclamos con las patatas aplastadas. Batimos todo con la nata líquida hasta que quede una fina crema.
Si estamos en verano, dejamos que repose la crema y cuando esté templada la metemos en el frigorífico para reservarla hasta la hora de la comida y que esté ¡muy fresquita!
Esta Crema de espinacas y patata se puede acompañar con unas tostadas y formar el primer plato de la comida.
Tanto fría como caliente, según la época del año en la que estemos, podemos tomar esta deliciosa crema, perfecta para cualquier día de la semana.
La espinaca, compuesta mayormente por agua, no tiene grasas, es fuente de vitaminas y minerales, y, además, se trata de uno de los vegetales que contiene más proteínas. Y la patata, rica en hidratos de carbono, nos dará energía para seguir el día.
INGREDIENTES - 5 patatas Tabuenca
- Una taza de hojas de espinacas - 100 gr. de nata líquida - Sal - Aceite de oliva |
ELABORACIÓN
Cocemos las patatas en una cazuela con bien de agua y una pizca de sal. Una vez cocinas, las ponemos en un plato hondo, donde las pelamos y aplastamos.
En una sartén con aceite de oliva, salteamos las espinacas y cuando estén a nuestro gusto, entonces las mezclamos con las patatas aplastadas. Batimos todo con la nata líquida hasta que quede una fina crema.
Si estamos en verano, dejamos que repose la crema y cuando esté templada la metemos en el frigorífico para reservarla hasta la hora de la comida y que esté ¡muy fresquita!
Esta Crema de espinacas y patata se puede acompañar con unas tostadas y formar el primer plato de la comida.
Tanto fría como caliente, según la época del año en la que estemos, podemos tomar esta deliciosa crema, perfecta para cualquier día de la semana.
La espinaca, compuesta mayormente por agua, no tiene grasas, es fuente de vitaminas y minerales, y, además, se trata de uno de los vegetales que contiene más proteínas. Y la patata, rica en hidratos de carbono, nos dará energía para seguir el día.
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
Cocemos las patatas en una cazuela con bien de agua y una pizca de sal. Una vez cocinas, las ponemos en un plato hondo, donde las pelamos y aplastamos.
En una sartén con aceite de oliva, salteamos las espinacas y cuando estén a nuestro gusto, entonces las mezclamos con las patatas aplastadas. Batimos todo con la nata líquida hasta que quede una fina crema.
Si estamos en verano, dejamos que repose la crema y cuando esté templada la metemos en el frigorífico para reservarla hasta la hora de la comida y que esté ¡muy fresquita!
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